MINI utiliza un tejido de punto sostenible desarrollado para soportes de gran superficie que combina diseño, función y sostenibilidad. Está compuesto en un 92 % por poliéster reciclado y se ha diseñado para resistir el desgaste diario, con refuerzo estructural que evita deformaciones en piezas grandes. El objetivo es crear superficies agradables al tacto que duren más y que, al mismo tiempo, ayuden a reducir el impacto ambiental frente a materiales vírgenes.
La estética es parte esencial del concepto. La construcción a dos capas genera un efecto de profundidad en el que la base asoma sutilmente bajo la capa superior. Permite combinaciones bicolor con lectura rica y limpia, inspiradas en el lenguaje del calzado deportivo contemporáneo. Al prescindir del cuero, MINI desplaza el foco hacia texturas y volúmenes, y acentúa el papel del CMF como herramienta de identidad. Esta solución también facilita un control más preciso de tolerancias y ajustes visuales en zonas complejas como el salpicadero.

Diseño y HMI en la familia MINI
El tejido trabaja con la iluminación ambiental para construir una firma lumínica interior que dialoga con el HMI. En los MINI actuales, la luz se proyecta sobre el salpicadero para crear motivos y transiciones que cambian según el modo de conducción o la interacción con la interfaz central. La textura del punto añade matices de sombra y brillo que una superficie lisa no ofrecería. El resultado es un habitáculo con más capas de lectura, sin saturar con piezas ni embellecedores superfluos.
Este planteamiento encaja con la idea de simplificación. Menos piezas visibles y más trabajo de material y luz. Para el usuario se traduce en un interior que comunica información de forma intuitiva y que mantiene una estética cuidada con menor complejidad aparente. También facilita personalizaciones de color y motivo sin alterar moldes, porque el dibujo vive en el propio tejido.
Del MINI al BMW iX3 y la Neue Klasse
La tecnología aplicada en los modelo MINI ya ha dado el paso a su marca hermana y se establece en el nuevo BMW iX3, el primer modelo de la familia Neue Klasse, el tejido del tablero emplea un 75 % de material reciclado en la versión Contemporary. La iluminación nace por detrás del panel y por eso el patrón se ha hecho más translúcido para dejar pasar la luz y crear un efecto homogéneo sin puntos calientes.
Esta convergencia entre MINI y BMW permite escalar aprendizajes y costes. Desde el tratamiento de texturas hasta la gestión de brillos en la pantalla y las transiciones lumínicas. Cuando la luz trabaja a través del material, la interfaz gana calidez y puede integrarse mejor en el conjunto, algo clave en habitáculos con menos botones físicos y mandos agrupados en una pantalla principal.
Cómo se llega a producción y por qué ha ganado premios
MINI explica que la industrialización del tejido ha sido posible gracias a una colaboración estrecha entre equipos internos y socios externos de distintos sectores. Este tipo de cooperación acelera la innovación en materiales y procesos, y acerca soluciones que no nacen de una única disciplina. Además, permite sincronizar diseño, ingeniería, calidad y compras desde fases tempranas para evitar sorpresas en coste o durabilidad.
La solución ha sido reconocida en los SPE Automotive Awards 2025. El comunicado oficial de BMW Group presenta MINI Knit como ganador absoluto y ganador del Grand Award en el apartado de interior. En paralelo, el proveedor EMS Griltech informa que el proyecto de aplicación textil en interior logró el galardón absoluto en la gala europea celebrada en Bonn. La división norteamericana celebró su propia gala semanas después con un ganador absoluto distinto. Hablamos de reconocimientos en circuitos diferentes dentro de una misma organización profesional. El tejido de punto aplicado al interior ha sido referencia del año en innovación de plásticos para automoción.
Qué cambia para quien se sienta dentro
La primera diferencia es sensorial. El tejido añade calidez y reduce la frialdad de las superficies rígidas. La segunda tiene que ver con el uso. La resistencia a la abrasión y el refuerzo interno prometen un envejecimiento más noble. Menos brillos por pulido y menos marcas en zonas de apoyo. La tercera se nota en la limpieza. La superficie permite mantener mejor el aspecto con un cuidado cotidiano sencillo, algo que los equipos de diseño y calidad cuidan en la selección de fibras y en el proceso de teñido.

Hay un beneficio menos visible pero importante. Al usar material reciclado y optimizar procesos, se reduce consumo de agua y emisiones de CO₂e respecto a alternativas primarias. Son decisiones de diseño que favorecen proveedores y procesos con mayor proporción de material reciclado y que dejan piezas preparadas para desmontarse y reciclarse al final de su vida útil. Cuando esa lógica se aplica a una familia completa de modelos y además se comparte dentro del grupo, el impacto crece de forma clara en volumen producido y en ahorro de emisiones.
Por último, la estética. El efecto bicolor y la transparencia controlada permiten jugar con el color sin sacrificar sobriedad. Podemos ver combinaciones vivas en versiones más expresivas y tonos serenos en acabados orientados a confort. Con la luz como herramienta, el habitáculo puede cambiar su atmósfera sin añadir masas de piezas ni cromados. Es una forma inteligente de construir identidad con menos carga material y más trabajo de textura y brillo.
Contexto en el diseño de automoción
El movimiento de MINI encaja en una tendencia que vemos cada vez más clara en interiores. Materiales reciclados y de origen renovable, tejidos técnicos que permiten efectos bicolor y luz integrada que trabaja con la HMI para simplificar la lectura del habitáculo. La meta es que la tecnología se entienda sin abrumar y que el CMF transmita calidad con recursos honestos. La propuesta textil de MINI convierte la sostenibilidad en algo que se ve y se toca, y además abre margen para personalización con menos piezas y menos peso.
La tendencia ya se ve en varias marcas. Polestar llevó el tejido tridimensional al Precept con fundas de un solo hilo que reducen mermas y aportan relieve. McLaren estrenó en el W1 su InnoKnit con paneles moldeables que integran luz y altavoces y convierten el tejido en un soporte funcional. Volvo apuesta por compuestos naturales y reciclado visible en el EX30 con lino y restos de vaqueros para crear textura y bajar la huella de CO₂. Porsche ha normalizado la microfibra Race Tex con contenido reciclado en Taycan y alfombrillas Econyl para mantener tacto premium sin recurrir al cuero. Audi sigue esa línea en el Q6 e tron con tapicerías Dinamica de material recuperado.
En conjunto, todas estas aproximaciones apuntan a un interior con menos revestimientos superfluos, más trabajo de material y luz y una estética que explica la tecnología de forma amable. MINI encaja ahí con naturalidad y, gracias al intercambio de soluciones dentro del grupo, acelera una tendencia que veremos consolidarse en los lanzamientos de los próximos años.



