El sector de los videojuegos en España continúa creciendo, alcanzando una facturación anual que supera los 2.000 millones de euros y con expectativas de crecimiento aún más significativas en los próximos años. Este aumento se atribuye, en gran medida, al avance de las nuevas tecnologías y a la mejora en la calidad de los dispositivos de juego, que han logrado captar la atención de los usuarios al ofrecer una experiencia de usuario mejorada.
Un análisis llevado a cabo por la escuela LCI Barcelona revela que las consolas han aumentado su participación en el mercado en un 4%, alcanzando así un 29% en los últimos cinco años, lo que las ha consolidado como una de las opciones más elegidas por los consumidores de videojuegos. Por otro lado, se ha detectado un significativo crecimiento en la utilización de dispositivos iOS, que han subido del 6% al 27%, posicionándose como el segundo tipo de dispositivo más empleado.
Por otro lado, el uso de iOS ha crecido considerablemente, lo que ha repercutido negativamente en los smartphones tradicionales, cuya cuota de mercado ha caído un 8%, ahora situándose en un 11% en comparación con 2019. Por otro lado, las tablets han experimentado un aumento del 4%, alcanzando así el 14%, mientras que el uso de PC ha incrementado del 16% al 22%.
Por su parte, David Carretero, líder del área de Diseño de Videojuegos en LCI Barcelona, ha dicho que «la segunda es la evolución que ha tenido el propio sector, que ha entendido perfectamente que a la hora de diseñar los videojuegos hay que adaptarse a la diversidad de dispositivos que hay para poder consumir videojuegos».
Según los expertos, las nuevas realidades del mercado están provocando un ajuste en la tecnología y la formación. Se prevé que, en función de la adopción de innovaciones por parte de los consumidores, como las gafas de realidad virtual (VR) que están siendo creadas por las principales empresas tecnológicas, los datos de los próximos años experimenten variaciones.
Si algo queda claro es que, el aumento del consumo de videojuegos en España se debe al realismo que presentan los juegos y a las innovadoras capacidades de las nuevas pantallas y sistemas.



