Microsoft ha anunciado la contratación de Mustafa Suleyman, quien fuera cofundador de DeepMind, la startup de inteligencia artificial que adquirió Google en 2014, para liderar las iniciativas de IA de la compañía, con especial foco en Copilot.
Suleyman, que reportará directamente al CEO de la compañía, Satya Nadella, se convierte además en vicepresidente ejecutivo de Microsoft y en CEO de esta nueva división después de dejar Alphabet en el año 2022 y de crear una nueva startups, Inflection AI, empresa de la que se lleva también a Karén Simonyan, cofundadora y jefa científica de la firma junto a “varios” empleados de la startup, en la que también invirtió Microsoft como parte de una ronda que levantó 1.300 millones de dólares el año pasado y que ahora continuará sus actividades con Sean White, exdirectivo de Mozilla, como nuevo CEO.
Esta nueva división centrará sus actividades en el desarrollo de Copilot, que ya está integrado en numerosos productos de Microsoft como Windows, Teams, Office y Bing, entre otros. A ello se incluirán los productos de consumo y la investigación en IA.
El equipo contará además con Misha Bilenko, vicepresidente corporativo de IA generativa de Microsoft y Mikhail Parakhin, director general de publicidad y servicios web y jefe del equipo que desarrolla actualmente Copilot, Bing y Edge. Ambos bajo el liderazgo de Suleyman.
“Hemos estado trabajando con rapidez e intensidad y esta aportación de nuevos talentos nos permitirá acelerar nuestro ritmo una vez más”, asegura Satya Nadella, CEO de Microsoft.
Quién es Mustafa Suleyman
El directivo es reconocido en el sector de la tecnología por liderar la creación de DeepMind y, tras la compra por Google, se convirtió en el responsable de la investigación en IA del gigante de Mountain View. Sus éxitos levantaron la liebre en la industria y llamó la atención de Elon Musk, quien trató de frenar el ascenso de Google creando un laboratorio de IA sin ánimo de lucro y ahora uno de los mayores gigantes de IA a nivel mundial: OpenAI.
Hijo de un taxista sirio emigrado a Reino Unido y de una enfermera británica, Suleyman es un aguerrido activista de izquierdas que dejó el instituto para montar una ONG. El directivo abandonó Google después de grandes enfrentamientos en los que él trataba, sin éxito, de hacer entender al gigante estadounidense que el futuro de las búsquedas online iba a ser más conversacional y no centrado en las listas de enlaces que ofrece el buscador.
Actualmente, compagina sus actividades profesionales con la dirección no ejecutiva del diario The Economist y como socio del fondo Greylock.
