La primera especificación del Koenigsegg Sadair’s Spear llega con una intención clara y sin medias tintas. Carbono visto tintado en rojo con barniz Candy, decoraciones en oro estratégicamente colocadas y un relato de diseño que quiere comunicar lujo y velocidad desde el primer vistazo. El proyecto nace de un encargo real para un cliente y se desarrolla en cooperación directa con la fábrica en Ängelholm y con el concesionario oficial en Dubái. La producción del Sadair Spear estará limitada a treinta unidades y el objetivo de su diseñador Nikita Savvini es diferenciar esta unidad del resto con una lectura visual única.
Desde su presentación a finales de junio de 2025, el Sadair’s Spear solo se había mostrado como show car, incluso en el Goodwood Festival of Speed de 2025. No había más información sobre las treinta unidades de producción, salvo un motor V8 biturbo de cinco litros similar al del Jesko con hasta 1.600 CV y un precio de 3,8 millones de euros para la variante más extrema con enfoque en circuito, heredera del Jesko Attack. Hoy por fin tenemos las primeras imágenes de la primera especificación de cliente.
Aquí entra en escena Nikita Savvini con su primer trabajo en cooperación directa con Koenigsegg. Acumula diez años en el tuning de deportivos e hiperdeportivos, tres de ellos en Dubái, una afición que empezó de niño y que pasó de los videojuegos a vender BMW nuevos y después a preparar coches reales. En esta unidad se encargó del CMF, es decir colores, materiales y acabados. Sus decisiones cambian cómo leemos las proporciones, cómo se mueve la luz sobre la fibra y la impresión final del diseño. El objetivo principal era diferenciar esta unidad de las otras 29 con el uso de materiales compuestos, piedras preciosas y metales.
El proceso se articuló con el cliente y con la marca. La primera reunión fue por videollamada desde el concesionario oficial en Dubái, Alain Class Motors, donde se revisó qué piezas eran modificables y qué opciones de acabado admitía el pedido. La fábrica envió más de veinte muestras de fibra con recubrimientos de piedras preciosas y oro en diferentes proporciones, tamaños y concentraciones. Con toda esa disposición de muestras Savvini eligió el tipo de carbono, el tono exacto del barniz Candy semitransparente y un diseño de pintura a medida que ejecutará la propia Koenigsegg. La fase creativa superó el mes con iteraciones hasta fijar la propuesta final.
Frente exterior y sensación de lujo
El coche, visto de frente, busca dos sensaciones. Lujo gracias al carbono rojo con mucha profundidad. Dinámica porque esa piel dorada marca bien los bordes y las tensiones. El acabado Candy es un barniz transparente con color. No se trata de un rojo pintado encima del carbono, se trata de un rojo que nace del propio material, que permite que la luz penetre dentro de la laca y deja ver el tejido de la fibra. Esta técnica se usa en personalización porque suma color y profundidad sin tapar la propia fibra de carbono.

En el frontal, el oro aparece como un trazo que sigue las líneas del aire y guía la mirada hacia tomas de aire y bordes sin ensuciar el carbono rojo. La mezcla del tejido frío con el metal cálido crea un equilibrio poco común. El lujo nace del contraste de materiales. La sensación de movimiento llega de cómo ese contraste marca una dirección clara. En una marca que domina los compuestos avanzados esta elección tiene sentido técnico y estético.
Lateral, llantas y detalles
De lado la parte delantera se une al costado con un gesto suave y firme que estira la vista hasta la zaga. El lateral destaca dos zonas:
- La superficie superior larga y continua que deja respirar el volumen.
- El área de la toma de aire más profunda donde el oro dibuja el hueco y ordena el flujo.

Las llantas se han diseñado como una turbina de avión, se leen dos capas claras. Bandas de carbono puro y un anillo dorado que remata el dibujo radial. Esa doble lectura crea sombras y transmite la sensación de girar incluso en parado. Para equilibrar el conjunto la pinza de freno va en blanco y en la puerta aparece el detalle Sadair Spear también en color blanco. Los elementos gráficos del proyecto son de David Kazak y unen forma materia y símbolo en el mismo mensaje.
Materiales y trabajo con la fábrica
El corazón del proyecto está en los materiales y los acabados. Savvini lo resume en tres decisiones:
- Elección del tejido de carbono y su orientación.
- Elección del tono y la carga de color del barniz Candy que es una capa transparente con pigmento.
- Definición de un decorado con oro y piedras preciosas que añade profundidad y efecto joya sin saturar.

La relación entre luz y superficie es clave porque cada capa cambia cómo vemos la fibra. Por eso se trabajó con muestras físicas enviadas desde Ängelholm y se probaron combinaciones con diferentes proporciones y tamaños de partícula.
En nuestra opinión la propuesta funciona por coherencia. La proporción es limpia, la caligrafía dorada acelera la vista en la dirección correcta. Los materiales y acabados suman profundidad y exclusividad. Y el método de trabajo con fábrica y concesionario demuestra que lo que se ve se puede fabricar. Esa es la diferencia entre una imagen bonita y una especificación real.



